Me compré unos libros de cocina cotidiana y he ido probando recetas, pero no me gustaba la foto, o pasaba mucho tiempo o... La verdad es que para cuando quería publicarla se me había olvidado de qué iba. Me pasa más de lo que debería, no me escondo. Tengo la cabeza en muchos sitios a la vez. Pero tal como traigo esta receta es muy socorrida y además para gente a la que no le encante el pescado es un invento porque, vaya usted a saber la razón, no suelen poner pegas al empanado, como si se fuese a convertir en milanesa por arte de magia.

En el libro decían de hacerlo con pescado blanco y el que encontré en la tienda era éste, el abadejo. Demasiado grande para una persona sola, lo partí en dos y ya tenemos comida. El ajo y perejil se lo puse al huevo batido, como vi para esta receta y que le ha dado nueva vida a mis empanados. En el libro viene con ketchup casero, pero he preferido compensar los desmanes del pan frito con un pimiento rojo de lata y una patata asada en el microondas y ahí va un nuevo plato casero para no romperse la cabeza.

• un lomo de 250 gr de abadejo (u otro pescado blanco)
• harina
• huevo
• pan rallado
• ajo picado
• perejil picado
• aceite para freír
• pimiento rojo de lata
• una patata de 250 gr

Cortamos el lomo en dos porciones a lo ancho.
Batimos el huevo y lo mezclamos con el ajo y el perejil picados.
Pasamos el pescado por la harina, el huevo y el pan rallado procurando que quede bien cubierto y freímos de manera que se dore de la forma más uniforme posible.
Mientras, asamos la patata en el microondas a tope de potencia durante 5 minutos.
Servimos el pescado con media patata (que se puede condimentar con mantequilla o aceite de oliva) y dos pimientos de lata (u otra guarnición al gusto).

Mi amigo del tuiter Jabi de Moria (@JabierGS) sacó su libro de recetas (El domingo a las tres en la mesa estés) y el mismo día que lo sacó me lo agencié. Como llevo un rato en modo menos es más, esta receta llamó mi atención y como los críos ante la tele, me lo pido. Claro que lo que le robé fue el concepto, porque Jabi limpia él la dorada, la destripa, la descama, la desespina y la corta en rodajas y yo... compro dos lomos en la tienda de congelados. Pero la esencia, pasarlo por harina sin pasarse, freírlo en aceite de oliva nuevo, eso lo cumplo a rajatabla.

Para la guarnición también me he ido por peteneras y ni el color de los pimientos ni el corte de las papas (que eran precortadas a taquitos y ultracongeladas, qué me pasa, doctor; la segunda vez que hice esta receta usé pimientos de lata y las papas quedaron mejor, como reforzando mi pereza).

Y, sin embargo, esta receta está concebida para triunfar. Si te lo curras como Jabi poco menos que te dan las llaves de San Sebastián y una estrella michelín, si eres comodona como yo tienes una recetaza de fondo de armario con la que sabes que triunfas. Es lo que hay.

• 2 lomos de dorada
• patatas ultracongeladas en cubos
• pimientos (mi versión queda mejor con pimientos de bote)
• harina
• aceite de oliva

Con un poco de aceite de oliva rehogamos las patatas el tiempo que indique el fabricante.
Cuando queden un par de minutos añadimos los pimientos de bote y removemos bien.
Mientras, ponemos harina en un plato y cubrimos bien los lomos de dorada.
Calentamos aceite de oliva nuevo; sacudimos la harina sobrante y freímos los lomos unos 4 minutos por cada lado.
Sacamos y servimos el lomo de dorada con una ración de patatas y pimiento.